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martes, 20 de junio de 2017

Biografía de una mujer olvidada: Margarita de Navarra

Siglo XVI, Francia. Humanismo, Renacimiento, protestantismo y Reforma son algunos de los principales ejes rectores de la época, y todos ellos influirían sobremanera en la corte del famoso rey francés, Francisco I. De sobra es conocida su obra política, así como los constantes episodios de beligerancia con el emperador Carlos V. Pero detengámonos. Esta no es una historia más de los hombres importantes de la época. Con este artículo queremos introducir al lector o lectora, la biografía de una mujer, que a nuestro juicio, tuvo una relevancia capital, fundamentalmente tanto desde la óptica de la historia cultural y literaria, como de la política.

¿Habéis oído hablar de la duquesa de Alençon, de Berry, condesa de Armagnac, de Perché, reina de Navarra y princesa de la primera rama de Orléans?  A pesar de la sobrecarga de títulos nobiliarios, seguramente siga siendo una auténtica desconocida. Quizás Margarita de Navarra, nombre con el que ha pasado a la historia, suene algo más. Pues no sólo es la hermana del primer Valois, Francisco  I, sino que, también fue un personaje relevante en el ámbito político, social, literario e ideológico de principios del siglo XVI en Francia. ¿Por qué? 

Margarita de Angulema, c.1527, retrato de Jean Clouet


Desde su infancia estuvo muy vinculada con las letras. Tanto su hermano como ella, se vieron inmersos en un ambiente erudito que les ofreció la oportunidad de instruirse en la cultura clásica, aprendiendo tanto el griego como el latín. Sin embargo, Margarita puso especial interés por el estudio de otras lenguas, destacando entre ellas el alemán, el castellano, el italiano y el hebreo. Gracias a dicha formación, Margarita tuvo un papel relevante dentro de la corte, dado que su hermano confió los asuntos de la diplomacia extranjera en su persona.

Llama la atención que en aquella época una mujer tuviera un rôle tan activo en la corte de Francisco I, una de las más importantes de Europa. No obstante, esta situación no resulta tan extraña, ya que con la llegada del Renacimiento, muchas mujeres destacarían tanto en el ámbito político como en el cultural. Por tanto, si atendemos tanto a la historia de género como a la historia política, la figura de Margarita cobra más relevancia si cabe.

Los problemas afloran en la corte francesa. A raíz de la Batalla de Pavía, en 1525, el emperador Carlos V, además de derrotar al rey francés, lo hizo su prisionero. Margarita, ante esta situación, intentó negociar con los embajadores de la Monarquía Hispánica la liberación de su hermano. No obstante, fracasó en el empeño, dado que Francisco I tuvo que firmar un tratado en Madrid en 1526, en el que Francia no resultó nada beneficiada.

Otro de los aspectos a destacar, en su labor como diplomática de la corte, donde continuaba cultivándose y formándose, fue acoger tanto a pensadores como artistas de renombre y situarlos bajo su protección, para que así pudieran desarrollar una prolífica vida cultural. De entre estos destacamos Le Groupe de Meaux, con su mayor representante el poeta Clément Marot. Gracias a su situación privilegiada y a la buena relación con su hermano pudo liberar a algunos escritores de la censura. Entre ellos Erasmus y Léfevre.

Pero no solo fue una mecenas de la cultura de su tiempo, ya que, la propia Margarita, fue una escritora prolífica, que abarcó diferentes géneros literarios, contribuyendo de esta manera, y de forma directa al desarrollo de las letras francesas. Farsas, poesía, prosa, teatro, etc.

Concienciada de la controversia religiosa de su tiempo, Margarita entabló una fuerte relación con el obispo Briçonnet, quien la conduce por el camino de la mística. Gracias a esta amistad y a conocer a Léfevre y a Gérald Roussel, nuestra escritora atraviesa un periodo de inquietud religiosa que la lleva a una reflexión personal que manifiesta en muchos de sus textos.  Entre ellos encontramos el poema: Le Dialogue en forme de vision Nocturne, Chansons Spirituelles, La Navire etc.

En las letras francesas la literatura mística adquiere una gran difusión y repercusión en los siglos XVI Y XVII. Les Prisons es la máxima representación del misticismo de Margarita de Navarra. Los versos reflejan  una articulación de la unión mística en lenguaje paralelo al del amor humano. Este libro, mezclando lo espiritual y autobiográfico, termina con la fusión del alma purificada que llega al momento culminante de la unión mística del alma con Dios.

Con la publicación de Le Miroir de l’âme pécheresse en 1531  la autora vive un episodio amargo en su vida, pues la Facultad de Teología de la Universidad de la Sorbona quiso censurar la obra por ser de tendencias contrarias a la fe católica.



Atendiendo a las fuentes biográficas de la autora y a su obra literaria podemos apuntar que Margarita de Navarra se identifica más con la doctrina protestante, aunque no lo manifestase con total libertad, por ser la hermana de un rey católico.

A pesar de la gran cantidad de poemas escritos por ella, es sobre todo conocida en la historia literaria por su única novela: L’Héptameron. En esta obra predomina la temática de la religión y del amor pero, sobre todo, se caracteriza por la sátira hacia el clero. Destaca también, en los cuentos del Heptaméron, la influencia del platonismo o neoplatonismo, característico de la corriente humanística.

La estructura de esta obra maestra podemos compararla con El Conde Lucanor de Don Juan Manuel en España, The Canterbury Tales de Chancer en Inglaterra y Il Decamerone de Boccacio en Italia. Esta trilogía supuso una reforma de la prosa en Europa a través de nuevas técnicas narrativas.

Dos siglos más tarde, es Margarita de Navarra quien retoma estos precedentes literarios para reformar la tradición narrativa en Francia. De esta forma, abre la vía a un nuevo género: el cuento. Y es considerada la precursora de las técnicas boccacianas en la literatura francesa del siglo XVI.

“Entre autres, je crois qu’il n’y a nul de vous qui n’ait lu les Cent Nouvelles Nouvelles de Boccace, nouvellement traduites d’italien en français […]”

Vemos en estas palabras como en el prólogo del libro la autora resalta la figura de Boccaccio y deja entrever al lector su admiración por este autor italiano.

En definitiva, nos encontramos con una figura que a pesar del ostracismo al que ha sido sometido por la historiografía, resulta admirable el potencial que durante toda su vida desarrolló tanto a nivel político como cultural. Por último, nos gustaría destacar que desde la visión de género su legado cobra mayor relevancia para la historia puesto que, tristemente, la mujer ha sido relegada históricamente a un segundo plano.

Margarita de Navarra, supo desde su condición social privilegiada, romper todos los moldes. Fue capaz de rodearse de los personajes más brillantes de la época, enriqueciendo a las mujeres y los hombres de la corte. Más allá de esto, en una sociedad tan patriarcal, ella se atrevió a escribir y publicar textos sorteando incluso intentos de censura por parte de la Universidad de la Sorbona.

Es fácil andar cuando el camino es visible; lo más difícil consiste en atravesar ese camino a partir de nada. Margarita de Navarra, gracias a su espíritu abierto y decidido, es una de las primeras mujeres de su época en abrir el camino hacia la emancipación de las mujeres. Contribuyó así a la edificación de la cultura de principios del siglo XVI y a la cultura venidera. 

Jardín de Luxemburgo, París


Bibliografía

Balmas, E., Giraud, Y. et  Pichois, C. Littératurefrançaise. Paris: Arthaud, 1986.

Caso, A. Las olvidadas. Barcelona: Planeta, 2005.

De Navarre, Marguerite. HeptaméronEd. Simone de Reyff, Paris: Flammarion, 1982.

Martínez, Caridad, “La Narración” Historia de la Literatura Francesa, ed. Javier del Prado. Madrid: Ediciones Cátedra, 2009, páginas 241-267.

Múgica, M. Margarita de Angulema. Pamplona: Gobierno de Navarra, 2015.

Timmermans, Linda. L’accès des femmes à la culture sous l’Ancien Régime. Paris: Honoré Champion, 2005.



Sobre la autora



Inés Mestre Jiménez

Graduada en Estudios Franceses por la Universidad de Sevilla, promoción 2010-2014, centra su interés en la literatura e historia moderna y la cultura francófona.

De vocación docente, realiza una estancia de ocho meses en Dijon como auxiliar de conversación. Actualmente cursa el Máster en Profesorado en ESO, Bachillerato, F.P o Enseñanza de Idiomas (Especialidad: francés).

jueves, 26 de mayo de 2016

Los Tudor: análisis histórico y crítico de la serie

- Creada por Michael Hirst
- 4 Temporadas, 38 episodios
- 1 hora por capítulo aprox.
- Periodo de emisión: abril 2007 - junio 2010
- Rodada en Irlanda

Las series de televisión de corte histórico han vuelto a ponerse de moda y no queríamos dejar pasar la oportunidad de recomendar una de nuestras favoritas, que aunque ya tiene algunos años, es de gran calidad. Los Tudor (The Tudors en versión original) ha sido una de las series históricas más famosas emitidas en televisión. En España su última temporada fue emitida en 2011, y durante todo el recorrido la serie contó con altos índices de audiencia. 


Basada en el reinado del monarca Enrique VIII , la serie trata de desmontar cada trama que rodeaba al rey y a su entorno: intrigas, matrimonios, infidelidades, pactos, ejecuciones...

El elenco de actores es magnífico: destacar la presencia de Sam Neil (protagonista de Jurassic Park) en el papel del Cardenal Wolsey y de Natalie Dormer, actriz más que conocida por todos por su papel de Margaery Tyrrell en Juego de Tronos o Cressida en Los Juegos del Hambre, representando en esta ocasión a la muy célebre Ana Bolena. Como protagonista nos encontramos con Jonathan Rhys-Meyers, interpretando a Enrique VIII de una forma excepcional, aunque el actor no tenga nada en común con el supuesto aspecto que tendría en realidad Enrique VIII según los testimonios artísticos (aunque en realidad, puede decirse que con casi ningún personaje existe un parecido estricto).


A la izquierda, el retrato de Enrique VIII realizado por Hans Holbein el Joven. A la derecha, Enrique VIII en la serie.





Un aspecto que llamó nuestra atención al ver la serie fue la vestimenta de los personajes, muy cuidada y rica. Muchos de ellos llevan atuendos similares a los que aparecen en las pinturas. Los ejemplos de Tomás Moro y Ana Bolena son muy claros:


Otro punto a destacar, esta vez como algo negativo, es la baja calidad de las panorámicas de los escenarios en los que se dará la escena. Los castillos en muchas ocasiones están hechos por ordenador de una forma más que descarada, y esto le quita algo de prestancia a la serie. 

Desde el punto de vista histórico la serie tiene aspectos positivos y negativos, como todas las de este tipo. Sin embargo, si vemos la serie en su totalidad, los aspectos positivos se nos antojan más numerosos y provechosos.

Una de las cosas que mejor se percibe en la serie es el ambiente general tanto dentro de la corte, del reino y también fuera de él. La historia y la serie se desarrollan en un momento intelectual muy específico en el que humanistas como Erasmo de Rotterdam o el mismo Tomás Moro están haciendo públicas nuevas ideas y perspectivas de muchos aspectos sociales, religiosos y políticos. Además estos conocimientos no se están quedando en manos de pocas personas, sino que gracias a la imprenta, se difunde de forma rápida, sobre todo por las cortes. En este sentido se ve cómo Enrique VIII es un monarca preocupado por cultivarse intelectualmente (quizá de forma algo exagerada) y lee todo lo que cae en sus manos tanto de autores contemporáneos como clásicos, rodeándose de una corte en gran parte preocupada como él de las nuevas publicaciones e ideas de los humanistas.

A lo anterior hay que añadir el contexto religioso, ya que en toda Europa están estallando guerras de religión entre católicos y reformados, hecho que no solo va a influir en la diplomacia, sino también en la circulación de personas y de ideas de un lugar a otro en busca de protección. Este aspecto también queda retratado de puntillas en la serie, sobre todo a partir de la ruptura del monarca con el papado.

Como hemos dicho la diplomacia forma parte esencial de la serie, donde se puede apreciar perfectamente cómo Enrique hace y deshace pactos tanto con Francisco I de Francia como con Carlos I de España, con sus correspondientes enlaces matrimoniales de los que participaban sobre todo las hijas e hijos de los diferentes monarcas, pero que también podían incluir las hermanas o las primas de estos. Los matrimonios de conveniencia eran uno de los actos más frecuentes de las relaciones internacionales de la Edad Moderna, eran la garantía de cumplimiento de los acuerdos, aunque tal y como se puede apreciar en la serie, estos acuerdos eran francamente débiles en muchas ocasiones.

Enrique VIII con su tercera esposa, Jane Seymour

También como parte de ese trasfondo que envuelve la serie están las revueltas ciudadanas derivadas de la confusión y la ambigüedad política que caracterizó el reinado de Enrique VIII y su establecimiento de la Iglesia Anglicana como una Iglesia de Estado. Estas revueltas son especialmente protagonistas en la tercera y principios de la cuarta temporada.

El reflejo del carácter del monarca y su paulatino empeoramiento es uno de los logros de la serie. Además de su relación con las diferentes mujeres que tanto influirán tanto en su personalidad como en sus decisiones políticas, y que siempre parecen responder simultáneamente a sus caprichos y sus aspiraciones públicas.

El último punto que nos gustaría destacar es la magnífica forma en la que se retrata la manera en que Thomas Cromwell, como canciller inclinado a la Reforma, pretende influir en todas las capas sociales mediante la financiación y puesta en escena de obras de teatro de características muy particulares. Estas obras habitualmente contenían una crítica feroz a las instituciones eclesiásticas, a su corrupción y a su entrega por entero a la lascivia, la usura y la pomposidad, alejados del mensaje que ellos mismos predicaban. En la serie se pueden ver representaciones de obras muy parecidas a las de autores como John Bale (por ejemplo King Johan, Albion Knight o The Three Laws) o de Nicholas Udall (como Jacob and Essau), con continuas referencias al Papa (con figuras como la Prostituta de Babilonia) y al clero en general, a la Monarquía Hispánica (exponente de lo católico) y a los propios monarcas (normalmente alabando su buen hacer).

Por su parte, los aspectos más negativos que hemos encontrado en la serie son por ejemplo la continua identificación de lo español como lo católico, corrupto, idólatra y fanático, representado por la reina Catalina primero y después por su hija María (más conocida a posteriori como Bloody Mary o María la sanguinaria); además del desenlace incompleto y descuidado de algunas tramas como la referente a la hermana del rey (que en realidad mezclan la historia de las dos hermanas de Enrique en solo una).


María Tudor, posteriormente conocida como María la Sanguinaria

El último de estos puntos negativos, es la falta de rigor histórico en detalles como las ejecuciones de personas notables, las cuales no se llevaban a cabo en público, sino en una torre privada, o la aparición de los papas en San Pedro del Vaticano, cuando en realidad esta basílica no se terminó hasta 1626. Aunque esto es ponerse algo quisquilloso y si tuviéramos que comentar todos los pequeños fallos que hemos encontrado la reseña sería excesivamente larga y tampoco se trata de eso.

No podríamos concluir sin nuestra particular recomendación de esta serie, ya que no solo es históricamente aceptable, sino que además resulta muy entretenida e interesante de ver.

Bibliografía

Álvarez Recio, L. Rameras de Babilonia, Salamanca: Universidad de Salamanca, 2006.

Imágenes

Enrique VIII pintura
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8a/Hans_Holbein_d._J._074.jpg/260px-Hans_Holbein_d._J._074.jpg

Enrique serie
https://theinquisitiveloon.files.wordpress.com/2012/12/the-tudors-henry-viii.jpg

Ana Bolena serie
http://st-listas.20minutos.es/images/2010-09/253608/2680252_640px.jpg?1317404126

Ana Bolena pintura
https://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Bolena#/media/File:Anneboleyn2.jpgTomás Moro pintura

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/d2/Hans_Holbein,_the_Younger_-_Sir_Thomas_More_-_Google_Art_Project.jpg/245px-Hans_Holbein,_the_Younger_-_Sir_Thomas_More_-_Google_Art_Project.jpgTomas Moro serie
https://monsieurdevillefort.files.wordpress.com/2010/08/thomas-more1.jpg

Enrique VIII con Jane Seymour:
http://www.elcinedeloqueyotediga.net/wp-content/uploads/2009/10/CineenserieLosTudorTemporada301.jpg

María Tudor: 
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Sobre los autores:

Natalia Avilés

Graduada en Geografía e Historia por la Universidad Pablo de Olavide, promoción 2011-2015. Durante estos años incrementa su afición por el conocimiento de la Historia de las Religiones, centrándose especialmente en judaísmo y cristianismo. Realiza al final de este ciclo un Trabajo de Fin de Grado sobre hermandades de penitencia, gloria y sacramentales de la ciudad de Sevilla en el siglo XVI, siendo en éste muy protagonista la cultura popular. Actualmente cursa el Máster en Religiones y Sociedades, organizado por la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad Internacional de Andalucía.


Jonatán Orozco Cruz
Graduado en Geografía e Historia por la Universidad Pablo de Olavide, promoción 2011-2015; años en los que desarrolló su interés en las redes, los agentes y los productos en circulación por los circuitos de la Monarquía Hispánica entre los siglos XV-XVIII, conocimientos que se materializaron en el Trabajo Fin de Grado titulado: "La revisión de una alianza: Génova y la Monarquía Hispánica tras la crisis de 1640 (1648-1656)". Además, muestra interés por la historia cultural, militar y de género. Actualmente cursa el Máster en Religiones y Sociedades, organizado por la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad Internacional de Andalucía.