martes, 29 de noviembre de 2016

El sacerdocio femenino en la Antigua Roma: las vestales

En los últimos estudios realizados acerca de las mujeres y la religión se viene empleando un método de análisis que intenta evadir aquellas afirmaciones simplistas que defienden la peculiar y profunda relación que las mujeres han mantenido a lo largo de la historia con las religiones. Aunque, en el caso de la antigüedad, la implicación de las mujeres en la esfera religiosa fue la única intervención pública consentida a su sexo, cabría cuestionarse hasta qué punto éstas pudieron ejercer tal posición sin superar, ni quebrantar la masculinización de tal cargo dentro de un sistema patriarcal. A pesar de ser el único cargo oficial comparable a las magistraturas de los varones, no todas las mujeres pudieron hacer presencia y uso de tal consentimiento, y aquellas que sí lo lograron, estuvieron siempre subordinadas a la autoridad de un hombre. Luego, no debemos olvidar que la religión romana actúa como medio justificador del sistema social establecido y esto no es diferente en lo que respecta a los roles de género.
Tito Livio a través de Valerio afirmaba que «las mujeres no pueden reclamar magistraturas o sacerdocios o triunfos...». Por razones sociales, jurídicas y rituales, la posición de la mujer en el sistema religioso tradicional resultó ser marginal, secundaria e inusual. Su papel no se sustentó nunca sobre un modelo de feminidad, tal y como este es entendido en el mundo romano, sino por medio del ejercicio de roles masculinos. Sin embargo, a pesar de la limitada intervención de las mujeres en este ámbito, el repertorio que disponemos se encuentra bien definido debido a la necesaria e imprescindible intervención de éstas en ciertas ceremonias y rituales. Por una parte podemos diferenciar dos tipos de presencias femeninas en la religión tradicional: las que ostentan un título de manera individual o las que participan en condición de esposas de sacerdotes. En otras palabras, la singularidad de los sacerdocios femeninos se puede apelar o bien a sus vínculos matrimoniales o a la condición especial de la mujer, ya sea por su reconocimiento ante la sociedad o por su condición de vírgenes.
Este marco de actuación se irá ampliado conforme la estructura imperial vaya tomando forma, de manera que la gestación y consolidación del nuevo sistema atraerá nuevas formas de cultos, y nuevas deidades serán asimiladas e integradas en el panteón. Las innovaciones religiosas promovidas en esta época dieron pie a la formación de nuevos sacerdocios y nuevas formas de participación religiosa donde las mujeres adquirieron más protagonismo apareciendo como diosas, sacerdotisas o devotas. Tres formas de intervención femenina, que aunque fueron más visibles durante la era imperial, derivan de las intervenciones de las mujeres en las actividades religiosas tradicionales que tan importante siguieron siendo como testimonio de tradición y costumbre romana.
En la tradición romana más antigua, los sacerdocios femeninos oficiales eran esenciales para la estabilidad del estado, sobre todo aquellos cultos destinados a dioses como Júpiter y Vesta.  Ambas divinidades exigían una forma de culto distinta a la del resto, pues de ellos dependía el funcionamiento de la vida pública y la prosperidad del estado. El culto destinado a Júpiter y a Vesta tenía que mantenerse de manera cotidiana, razón por la cual requería de un grupo de sacerdotes que estuvieran consagrados todo el año.
El más conocido y socialmente relevante fue el culto a Vesta cuyo sacerdocio era ejercido por las vestales. Vesta fue la diosa del hogar cuyo fuego alimentaba y daba vida a la ciudad. Esta diosa representaba unos de los valores más apreciados para los romanos, pureza y sacralidad; valores que también debieron de ostentar sus sacerdotisas. Sin embargo, a pesar del papel significativo, tanto real como simbólico de estas mujeres, su actividad en la esfera religiosa no es más que un ejemplo de excepcionalidad.

En el templo de Vesta, de Constantin Hölscher, 1902.

La institución de las vestales nació con la propia ciudad de Roma. Las antiguas tradiciones literarias sobre los orígenes de Roma atestiguan la sacralidad y el valor de las vestales, pues la madre de los míticos Rómulo y Remo fue una de ellas. La función principal de este grupo de sacerdotisas residía en la custodia del fuego del hogar público, el cual debía permanecer siempre encendido. El fuego custodiado por las Vestales representaba la estabilidad del estado, su extinción podía suponer un mal presagio para el mismo; de manera que era de vital importancia que tal deber fuera desempeñado exitosamente. Luego, la sacralidad del culto, su valor en la tradición romana y su necesario mantenimiento cotidiano, concedieron al sacerdocio de las vestales un carácter singular que lo hacía único en el marco religioso.

Ser una vestal requería de una dedicación plena y cotidiana al culto de una única divinidad, cuya tarea demandaba no solo de una rigurosa instrucción ritual, sino también del obligatorio juramento de castidad. A través de la ceremonia de la captio, las vestales eran elegidas por el Pontífice Máximo para ser ingresadas en el atrium vestae o casas de las vestales. Allí debían permanecer treinta años aproximadamente sometidas a una rigurosa disciplina bajo la supervisión de la virgo vestalis máxima. La eficacia de los cultos realizados por éstas dependía del cumplimiento estricto de las normas de castidad y pureza. El incumplimiento de esas normas era considerado «una contaminación» de la misma y un delito de extrema gravedad frente al estado, razón por la cual la dureza del castigo iba en relación al delito cometido. Sin embargo, la eficacia en el buen cumplimiento de sus deberes les otorgaba un puesto relevante en la sociedad y el disfrute de una serie de privilegios no comunes en las mujeres romanas.


Casa de las vestales

En la era imperial el culto a Vesta mantuvo su sacralidad y prestigio a pesar del nuevo tono que fue adquiriendo el sistema religioso romano, debido a la inserción de nuevas deidades y cultos. Indudablemente el culto imperial guardó ciertas similitudes con este culto. Muchas emperatrices fueron asociadas a Vesta y todas aquellas virtudes asociadas a la diosa, tanto fue así que en diversas ocasiones fueron las propias vestales quienes ostentaron el puesto de flamínicas a mayor escala en el culto a la emperatriz divinizada, concretamente en el culto a diva Livia.
Bibliografía

Delgado Delgado, J. A. “Flaminica-Regina-Vestalis. Sacerdocios femeninos de la Roma antigua”, en Serrano-Nizan, L., Hernández Pérez, M. B. (eds.), Mujeres y religiones. Tensiones y equilibrios de una relación histórica, Santa Cruz de Tenerife: Idea, 2008, 85-105.

Mirón Pérez, M. D.. “Mujeres en público. Las sacerdotisas de la Hispania romana” en Millán, M. Á.; Peña Ardid, C. (coord.), Las mujeres y los espacios fronterizos, Zaragoza: Prensas Universitarias de Zaragoza, 2007, 89-119

Oria Segura, M. “De mujeres y sacrificios: un estudio de visibilidad”, Saldvie, 10, (2010), 127-147.

Pomeroy, S. B.  Diosas, rameras, esposas y esclavas: mujeres en la Antigüedad. Madrid: Akal, 1999,  229-249

Imágenes

En el Templo de Vesta: www.wikipedia.org

Casa de las vestales:
http://imperioromanodexaviervalderas.blogspot.com.es/2015/01/quienes-eran-las-vestales.html

Sobre la autora:


Graduada en Geografía e Historia por la Universidad Pablo de Olavide, promoción 2011-2015. Realizó su Trabajo de final de Grado sobre el culto imperial en Itálica. Interesada en el género y los estudios históricos acerca de las mujeres en la Antigüedad y en la Modernidad. Realizó el Máster en Religiones y Sociedades organizado por la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad Internacional de Andalucía, el cual culminó con el Trabajo de final de Máster titulado “Plotina y Sabina en la religión romana”. Actualmente cursa el Máster en Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas en la Universidad Pablo de Olavide.

martes, 22 de noviembre de 2016

Introducción al Portal de Archivos Españoles



Todo trabajo de investigación requiere de un gran esfuerzo por parte del investigador en la búsqueda de fuentes primarias para su correcta elaboración. El Portal de Archivos Españoles (en adelante PARES), es una herramienta que pone a disposición tanto del investigador como de cualquier ciudadano que lo precise, una inmensa cantidad de documentos de libre acceso conservados en los distintos archivos españoles.  

PARES se caracteriza principalmente por la difusión en internet del Patrimonio Histórico Documental Español conservado en su red de centros, el cual nos permite no sólo localizar en qué archivo se encuentran los documentos que pueden ser útiles en nuestra investigación sino, en una gran cantidad, visualizarlos desde el propio Portal.






En términos muy generales y de manera resumida PARES es una herramienta que conecta al investigador con los archivos, permitiéndole conocer los fondos de cada uno de ellos con el fin de dirigirse directamente a aquel que le reporte información útil para su investigación. De esta manera, por ejemplo, tendrán que asistir al Archivo de la Corona de Aragón aquellos interesados especialmente en los condes de Barcelona así como en los reyes de Aragón, Valencia y Mallorca dentro de un marco cronológico amplísimo que abarca desde el siglo IX al XVII. Del mismo modo, si un investigador precisa de información sobre el Juzgado de Guerra de Valladolid, PARES le redirigirá directamente al Archivo de la Real Chancillería de Valladolid. Usando dicho Portal cualquier investigador podrá comprobar que para realizar un buen estudio de las indias durante el dominio de la Monarquía Hispánica deberá visitar el Archivo General de Indias. 

Estos son sólo varios ejemplos de tres Archivos que se encuentran dentro del Portal. Sí pinchamos en la pestaña “Inventario Dinámico”, como vemos en la siguiente imagen, podremos ver todos los archivos que se encuentran recogidos dentro de PARES, en la pestaña “seleccione un archivo”, así como su cuadro de clasificación pinchando en cada uno de ellos. Por ejemplo, si seleccionamos el Archivo Histórico Nacional, podremos visualizar tanto las unidades de descripción que se han incorporado recientemente como su cuadro de clasificación, como vemos a continuación.






Además de contar con monográficos, como es el caso del Sello Medieval, el Archivo Fotográfico de la Delegación de Propaganda de Madrid durante la Guerra Civil o el Portal de víctimas de la Guerra Civil, entre otros, PARES ofrece recursos de información de Archivos, como los que podemos ver en la siguiente imagen: 


La forma de búsqueda es muy sencilla, pudiendo acceder por dos vías; a través de la pestaña “Búsqueda Sencilla” o, para búsquedas más concretas, mediante una “Búsqueda Avanzada”. 


En el caso de optar por una búsqueda sencilla debemos introducir el término que nos convenga para nuestra investigación. Pongamos un ejemplo, si nuestro estudio está relacionado con las festividades, introduciremos la palabra “Fiestas” en el cajón “Buscar” y PARES nos mostrará todos los archivos en los que podremos encontrar la documentación relacionada con dicho término. Hay que tener en cuenta que  para acotar más la búsqueda sería conveniente introducir tanto el lugar como el período en el que nos gustaría trabajar. Con todo, buscaremos “fiestas en Lima” en período comprendido entre “1500 y 1700”. 




Habitualmente resulta conveniente hacer varias búsquedas usando términos similares tales como, celebraciones, festejos etc., para completar la exploración.  Si pinchamos, por ejemplo, dentro del Archivo General de Indias en Audiencia de Quito, nos aparecerá, como vemos, un documento cuyo título es “la Beatificación de la madre Rosa de Santa María”, su signatura, la fecha de creación, la fecha de formación, así como una indicación de que el documento se encuentra digitalizado. 


Es necesario tener en cuenta que si el documento se encuentra digitalizado, como nos marca la cámara que aparece en la derecha de la imagen, no podremos ver el documento físico aunque nos personifiquemos en el archivo ya que precisamente se digitalizan por motivos de conservación.

Por otra parte, debemos tener muy presente la pestaña “Enviar a Agenda”, puesto que nos permitirá guardar el registro una vez introducido nuestro usuario y contraseña, tal y como vemos en la imagen. Esto facilitará nuestra investigación al permitirnos crear una carpeta dentro del propio portal con el nombre de nuestra investigación y todos los registros relacionados con ella, permitiendo, a su vez, el envío de dicha agenda a nuestro correo electrónico personal. 




Otra de las vías de búsqueda será la “avanzada” la cual nos permitirá además de filtrar por búsqueda, hacerlo por archivos, por signatura o por índice de descripción, como podemos ver a continuación.   


¡Os invito a realizar una prueba!



Por último, tenéis a vuestra disposición, en la parte superior derecha, una pestaña en color amarillo de “Ayuda”, si hacéis click en ella se os redirigirá a un PDF que facilita toda la información necesaria para realizar una búsqueda exhaustiva por campos con ejemplos muy interesantes.


Bibliografía:

Portal de Archivos Españoles: http://pares.mcu.es/

martes, 15 de noviembre de 2016

Cristianos vs paganos: conflictos religiosos en el Imperio Romano durante el siglo IV d. C.

En el año 2009 el director Alejandro Amenábar estrenaba su esperada Ágora, un film que, precedido de otras dos películas de gran calado internacional, obtuvo un notable éxito comercial. A pesar de tratarse de una superproducción que cosechó valoraciones en su mayoría positivas, en algunos países la película sobre Hipatia de Alejandría fue objeto de numerosas críticas que acusaban al director de promover el odio contra los cristianos y reforzar los tópicos sobre la Iglesia Católica. Aunque estas acusaciones causaron aún más expectación entre el público, lo cierto es que la cinta mostraba con acierto la lucha entre una religión en decadencia y una fe que iba ganando progresivamente adeptos. Una confrontación desigual que perduró durante mucho más tiempo del deseado, poniendo en jaque a un imperio cada vez más sobrepasado por sus circunstancias. ¿Cómo pudo producirse esta situación? ¿Qué fue lo que impulsó a que el cristianismo consiguiera una importancia tal como para desbancar a unas creencias paganas sumamente antiguas muy enraizadas socialmente?


En el 380 d.C el conocido emperador Teodosio I (378-395) promulgó el Edicto de Tesalónica (también llamado Cunctos Populus, o A todos los pueblos) en donde decretaba que todos los habitantes de los territorios en su poder debían abandonar sus ancestrales creencias religiosas para adherirse al cristianismo. Dicho credo, oficial a partir de este momento en todos los rincones del Imperio Romano, había recorrido un largo camino desde su aparición, en el siglo I d.C. Los cristianos habían recibido todo tipo de amenazas y habían sido objeto de persecuciones y asesinatos en masa, pero su fe se había propagado con tal fuerza que además de sobrevivir a la crudeza de los tiempos había conseguido penetrar en todos los sectores sociales.


Crismón antiguo hallado en Argel. Muy populares durante los primeros tiempos del cristianismo, era un anagrama de Cristo formado por las letras X y P, iniciales del nombre de Cristo en griego. Se encuentra en el Museo del Louvre.

La implicación de emperadores como el propio Teodosio I, que acabaría ordenando la prohibición cualquier práctica pagana, radica esencialmente en que los emperadores habían tomado conciencia de que el "problema cristiano" (tratado por sus antecesores con excesiva rudeza) no iba a resolverse por medio de las armas. Galerio Maximiano (260-311) a través del Edicto de Tolerancia (311) pondría final a la política represiva en contra de los cristianos que con tanto ahínco habían aplicado algunos otros emperadores como Diocleciano. A esa concesión se le sumaría el Edicto de Milán (313) promulgado por Constantino I (272-337) que establecía absoluta libertad de culto para los cristianos. A pesar de estas concesiones el cristianismo había penetrado desde hacía tiempo en los diferentes territorios que englobaban el Imperio Romano, obteniendo una notoriedad significativa incluso mucho antes de que la legislación imperial favoreciera a este credo.

En el caso de Hispania, una de las áreas con más peso dentro del mundo romano, el cristianismo se practicaba con cierta normalidad desde antes del Edicto de Tesalónica, a pesar de que la realidad que se vivía en el siglo IV impedía que dicha religión desbancara a las ya existentes. Hispania, como algunas otras áreas del Imperio, evidenciaba el apego de una mayoría de sus gentes por sus ancestrales creencias paganas. Entre las evidencias arqueológicas que se han encontrado y que demuestran cómo el paganismo estaba muy activo en Hispania, disponemos de una serie de inscripciones halladas en Cantabria dedicadas a Erudinus, un dios pagano de la mitología cántabra. Asimismo, y al margen de las religiones indígenas prerromanas tan importantes en el área norte de la península, también habían tomado fuerza cultos orientales y mistéricos que pervivieron más allá del siglo IV d.C. Pero sin lugar a dudas nada podía compararse a la fortaleza que mostraba la religión estatal romana, la cual estaba provista de un importante número de devotos de toda clase y condición que intentaron frenar la creciente influencia del cristianismo.


En la imagen pueden apreciarse los restos arqueológicos del Templo de Diana, erigido en torno al siglo I a.C en Emerita Augusta (Mérida, Extremadura). Actualmente se cree que este espacio, antaño lujoso y muy decorado, estaba destinado al culto al emperador.


Aunque el avance del cristianismo parecía inexorable, el hecho de que se mostrara una pública resistencia de personalidades del mundo cultural y político abiertamente paganos fomentó la aparición de algunas comunidades cristianas de tipo rigorista que, a través de acciones violentas, intentaron imponer su fe. Las reacciones descontroladas de estos cristianos (los cuales demolerían obras y templos paganos como los santuarios altoimperiales de Ebora o Emerita) dieron a los paganos el argumento perfecto para defender sus creencias, aludiendo a cómo el cristianismo había roto la débil cohesión de un imperio cada vez más asediado por los problemas. Por contra, en el seno cristiano, dichas acciones fueron condenadas y criticadas por aquellos que consideraban negativo la forma en la que se pretendía imponer la fe. Decididos a conseguir que el cristianismo se antepusiera al paganismo de una forma más pacífica sin que ello implicara una división entre sus fieles, la Iglesia establecería una serie de medidas que incluían la prohibición a los cristianos a participar en cultos y prácticas paganas o el disponer de imágenes de divinidades paganas en sus hogares; además las destrucciones sistemáticas de templos y obras paganas serían condenadas.

El que se estableciera que los cristianos que fallecieran por participar en acciones contra santuarios paganos no serían considerados mártires frenó en buena medida la ola de ferviente exaltación religiosa, pero la situación tomaría un cariz sustancialmente diferente en años venideros. En un momento de extrema gravedad para el Imperio Romano algunos emperadores agudizaron esos enfrentamientos posicionándose aún más claramente al lado del cristianismo. Arcadio (378-408) y Honorio (384-423), emperadores del Imperio Romano de Oriente y Occidente, decretarían en el 408 que los bienes de los templos paganos existentes en sus dominios fueran incautados para ponerlos al servicio de los templos cristianos. Valentiniano III (419-455) iría más allá al permitir la destrucción de los santuarios paganos, que serían purificados colocando una cruz en su lugar. Todo ello haría que en algunas zonas se volvieran a producir ataques y actos violentos que se encontraban amparados por la legislación imperial, a pesar de que continuaban siendo prácticas mal vistas y peor aceptadas por sectores cristianos muy críticos.

Siguen existiendo evidencias arqueológicas que prueban que a pesar de que la Iglesia se esforzó para que el paganismo fuera erradicado a través de prohibiciones y evangelizaciones en masa, en época altomedieval siguieron rindiéndose culto a ciertas divinidades. Sabemos, por ejemplo, que en Hispania siguió rindiéndose culto a las ninfas (divinidades relacionadas con la naturaleza, lugares sagrados y elementos varios) en fechas posteriores al siglo IV. El paganismo, de alguna u otra manera, siguió estando presente por medio de festividades, celebraciones o costumbres que con el paso del tiempo terminaron siendo asumidas por un cristianismo que las asimiló como propias concediéndoles un carácter sagrado. Unas celebraciones paganas tales como la “Noche de San Juan”, de gran relevancia en muchos países de Europa, que también han llegado hasta nosotros aunque no seamos conscientes de ello.

Bibliografía

Fernández, Francisco J. G. "Paganismo y cristianismo en la Hispania del siglo V d. C." Hispania antiqua 24 (2000): 261-276.

Momigliano, A. y otros., El conflicto entre el paganismo y el cristianismo en el siglo IV, Alianza editorial, Madrid, 1989.

Muro, Manuel S. "Cristianismo primitivo y paganismo romano en Hispania." Memorias de historia antigua 5 (1981): 173-186.


Rives, James B., Religion in the Roman empire. Wiley-Blackwell, 2006.

Imágenes

Crismón antiguo hallado en Argel.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyU1y4W1UisgnwtA9VGZxbKYnBBPf7bx8SE90Oy3bGIVpmH9LJdwBOZ9Z9AjtCHvPcm1RCE3QDBSH9JvZFZ7VkPpIligoLFtNdOWF0K8Fqh1HZREPh5qbq_ZWh887uWivUeStEjpj2W-o/s1600/600px-Chi-rho_mensa_Louvre_Ma_3023%5B1%5D.jpg


Conocido como Templo de Diana.

http://www.vuelaviajes.com/wp-content/2010/01/templediana.jpg 


Sobre la autora:

Romina Martínez. Licenciada en Historia por la Universidad de les Illes Balears (UIB), diplomada en Historia de les Illes Balears por la UIB y con el Máster de Formación del Profesorado (especialidad Geografía e Historia) por la misma universidad. Desde el 2012 colabora en diversos medios digitales que ha compaginado con la gestión de su propio blog llamado Tempus Fugit.

martes, 8 de noviembre de 2016

Els xuetes: el estigma de los quince apellidos


Situación del Call Menor en la ciudad de Mallorca


En prácticamente todas las sociedades han existido minorías que han sido menospreciadas por el bando hegemónico. De este modo, el estigma ha jugado un papel muy relevante en las sociedades,  por un lado creando identidades y conciencia social hacia las minorías en cuestión  y por el otro, subrayando diferencias hacia los sectores dominantes, construyendo así límites culturales que a menudo han comportado consecuencias para los estigmatizados.

El estigma conforma un modo de percibir al otro, no por una apreciación visible sino más bien por una serie de elementos y juicios de valor escogidos aleatoriamente. Se construye así, una identidad determinada no acorde a la realidad pero efectiva para el resto de la sociedad.

“La imagen pública de un individuo parecerá estar constituida por una reducida selección de acontecimientos verdaderos que se inflan hasta adquirir una apariencia dramática y llamativa, y que se utilizan entonces como descripción completa de su persona.” (Goffman, 1963: 83)

Este precisamente es el caso de los Xuetas, un colectivo segregado y marginado en la realidad social de Mallorca hasta mediados del siglo pasado. El caso del estigma xueta es resultado de un complejo entramado histórico que centra sus bases originales en la religión, siendo éstos supuestos descendientes de criptojudíos del siglo XVII.

En el siglo V ya se tiene constancia de presencia judía en las islas Baleares, sin embargo es a partir del siglo XII-XIII donde aparecen como un colectivo importante siendo parte fundamental de la vida cotidiana de la sociedad mallorquina, especialmente por sus actividades económicas y comerciales.

La participación activa de este sector en la sociedad no se traduce de ningún modo en la falta de tensiones entre los diferentes colectivos, sino más bien todo lo contrario. De este modo los judíos se mantenían en espacios específicos para ellos conocidos como calls. En Mallorca, donde la población de judíos era extensa en comparación a la de otras ciudades, había tres juderías (calls) repartidas. Esto demuestra la intención de segregación cultural que aún sobresalta más si tenemos en cuenta los numerosos conflictos que aparecieron en estos barrios. Uno de los ejemplos más importantes es la masacre de 1391 siendo uno más de los ataques antisemitas que se manifestaron a lo largo y ancho de las coronas de Castilla y de Aragón ese mismo año.

A consecuencia de este ataque, que devastó el Call Major (la judería más grande de Mallorca) la presencia judía en la ciudad comienza a entrar en declive. Muchos de los judíos residentes de la ciudad migraron a otras áreas “más seguras” del Mediterráneo huyendo de conflictos sociales. Para más ende, años después en 1435, se dio una conversión masiva donde la mayor parte de los judíos cambiaron su fe para ser cristianos. Las razones de esto último son diversas según los estudiosos, unos mantienen que fue una conversión impuesta por las autoridades, mientras que otros defienden que fue a petición de rabinos muy influyentes que ordenaron la conversión total para huir de una condena a muerte (Arández, 1997).

Sea como fuere, en 1492 durante el control de los reyes católicos en Mallorca ya no había judíos que expulsar, al menos ninguno que expresara su fe en público. Comienza entonces una época de clandestinidad para las prácticas religiosas minoritarias, dónde encontramos el origen de los que luego serían conocidos como xuetas.

A lo largo de la Edad Moderna el Estado Moderno se irá consolidando y con él se pretenderá unificar los territorios alrededor de una sola creencia: la católica. Esto obligó en cierta manera a establecer mecanismos que anularan las disidencias, uno de esos mecanismos es el conocido Tribunal de la Inquisición.

Durante esta época muchos eran los judíos conversos que continuaban practicando su fe original en privado, lo que en algunos casos terminaba en condenas. Durante el siglo XVII, la Santa Inquisición atacó ferozmente varios individuos condenados por practicar el judaísmo. Los años 1675, 1679 y 1691 quedarían grabados en la memoria de todos los ciudadanos de la ciudad de Mallorca. En estos años se realizaron sentencias de muerte a determinados judíos, cuyos apellidos fueron inscritos en un grabado frente a la Casa Negre (sede inquisitorial de Mallorca) en un espacio abierto a todo el público con la intención de perpetuar la condena a través de las generaciones. Un total de quince apellidos que incluso después de la desaparición de tal grabado toda la población recuerda: Aguiló, Bonnín, Cortès, Fortesa, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Pomar, Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola i Valls



La Fee Triunfante, Francesc Garau: 1691.
 Manuscrito elaborado tras la condena de 1691 para dejar perpetua constancia de los condenados. Se volvió a publicar en 1755 para justificar el odio ya establecido hacia el colectivo xueta.

Posteriormente al siglo XVII, debido a las medidas que impuso el tribunal inquisitorial empieza a aparecer una discriminación sistemática hacia los quince linajes, todos los descendientes de aquellos judíos procesados.

Para designar a estos individuos se atribuye la palabra xueta, cuyo origen etimológico es motivo de debate, aunque ciertamente se denota un carácter peyorativo en primera instancia. La etiqueta de xueta irá calando en poco tiempo en la memoria social de Mallorca, marginando notoriamente a todo aquél que heredara alguno de los apellidos malditos. La exclusión social traspasó todas las fronteras, llegando incluso a limitar sus posibilidades económicas. Un ejemplo de ello es la imposibilidad para optar a algún cargo público de importancia, formar parte de gremios, del ejército o, con más sentido aún, un cargo eclesiástico.

Hay que aclarar que si bien los predecesores, aquellos que fueron sentenciados por la Inquisición, eran con toda probabilidad criptojudíos, la mayor parte de los xuetas eran cristianos, aunque mantenían ciertos elementos judíos.

Todo ello comporta una conciencia étnica entre los xuetas que fue creciendo con el paso de los años. Debido al estigma que supone ser un xueta desde el exterior y quedar excluido de muchos aspectos del resto de sociedad, se crea internamente un sentimiento de unión. Un elemento muy importante que ha mantenido hasta nuestros días la idiosincrasia xueta es la práctica de la endogamia. El recelo y la desconfianza, unido a los intereses económicos hizo prevalecer el matrimonio entre las diferentes familias xuetas. En este sentido apareció la negación por ambas partes a contraer matrimonios mixtos, lo que impidió la desaparición o diseminación de los linajes xuetas.

En 1782 Carlos III respondió a las llamadas de socorro de algunos xuetas que habían denunciado los abusos y discriminación que sufrían. El monarca intentó eliminar cualquier atisbo de exclusión social, aboliendo las limitaciones para adquirir cargos públicos y condenando cualquier tipo de violencia hacia este colectivo.

A partir de ese momento la suerte de los xuetas recae periódicamente en procesos de exclusión e inclusión al tiempo que el panorama político se fue transformando. Durante la Guerra de Independencia Española (1808) los xuetas se convierten en el cabeza de turco de todos los males a ojos de la población mallorquina, sin embargo en 1813 la Constitución de Cádiz los reconoce como ciudadanos de pleno derecho, hasta que Fernando VII derrumba dichos derechos. Finalmente en 1834 durante la regencia de María Cristina de Borbón se vuelven a reconocer los derechos para todos los xuetas.

Desde el siglo XIX hasta mediados del XX, la historia religiosa de los xuetas pierde cierta relevancia, sin embargo el estigma se mantiene. No son rechazados en instituciones públicas como antaño pero el resto de sociedad les trata con menosprecio.

El ser xueta aparece como un complejo simbólico sobre el colectivo basado en un pasado histórico y en unos elementos definidos que acaban por conformar un ideal muy determinado sobre el grupo. Forma parte de la visión popular de la mayoría, es decir, de aquellos que no están inmersos en el universo determinado, lo que otorga a dicha mayoría el poder para demonizar, culpar y castigar a los estigmatizados casi impunemente. La exclusión ejercida a este grupo les ha hecho mantener y crear elementos culturales propios, como es el caso de la cocina, lo que a su vez ha fomentado la conciencia étnica que hoy se promueve por parte de muchos xuetas.

Es importante resaltar que no solo los xuetas son descendientes de judíos conversos sino simplemente de aquellos que fueron procesados. Sin embargo, su pasado histórico ha servido para unos como herramienta de exclusión y para los otros como elemento de unión. Actualmente algunos xuetas han decidido incluso “retomar” la fe judía habiendo sido reconocidos por Israel como judíos de pleno derecho, siempre y cuando el individuo sea xueta por línea materna.

Bibliografía

Arández, Á. S. Sobre la condición de los conversos y chuetas de Mallorca. Espacio Tiempo
y Forma. Serie III, Historia Medieval, nº 10 (1997), 219-261.

Braunstein, B., i Muntaner, J. M., & Alier, R. Els xuetes de Mallorca: els conversos i la
inquisició de Mallorca. Ed. Curial, 1976.

Goffman, E. Estigma. La identidad deteriorada. Buenos Aires: Amorrortu editores, 1998.

Garau, F. La Fee triunfante en quatro autos celebrados en Mallorca, Reedición para Ebook, 2012.

Muntaner, L. Els Xuetes de Mallorca: espai, economia i societat a finals del segle XVII. Barcelona: Universitat de Barcelona, 1989.

Manera Salom, L. La importància econòmica d'una minoria ètnica: el cas dels xuetes, segles

XVI-XVIII. Barcelona: Universitat Pompeu Fabra, 2013.

Imágenes

La Fee Triunfante: www.wikipedia.org

Sobre el autor:

Carlos Rodríguez Prol

Graduado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma  de Barcelona. Allí, realizó su Trabajo de Final de Grado sobre los estereotipos del flamenco a partir de un trabajo de campo de tres años en el Centro Popular Andaluz de Sant Cugat del Vallѐs.

Sus intereses para con la antropología se centran sobre todo en el mundo de lo religioso y los derechos de los pueblos indígenas.

Actualmente cursa el Máster en Religiones y Sociedades organizado por la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad Internacional de Andalucía, con la intención de realizar una investigación de campo en Barcelona sobre los cultos afrocubanos.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Novedad editorial: "El bandolerismo morisco valenciano (1563-1609)"

"El bandolerismo morisco valenciano (1563-1609)" de Jorge Antonio Catalá Sanz y Sergio Urzainqui Sánches es una novedad editorial que ha buscado cambiar la visión que se tiene del bandolerismo morisco como aquellos resquicios de fieles del islam que pugnaban por motivos esencialmente religiosos. Parece ser que esta nueva publicación sobre el tema va a aportar un punto de vista distinto, huyendo de las perspectivas que ven en estas organizaciones marginales una pugna entre el islam y el cristianismo, entre oriente y occidente. Para más información puedes hacer click en la siguiente imagen: