martes, 13 de diciembre de 2016

Catástrofes naturales en el Reino de Guatemala

El Reino de Guatemala  formó parte del Virreinato de Nueva España y estaba ubicado en el área geográfica de Mesoamérica. El calificativo de “reino” podemos constatar que es un término simbólico empleado por la historiografía tradicional,  ya que se trató sólo de una entidad territorial o demarcación administrativa a cargo de un gobernador general, en la que se integraban la Capitanía General de Guatemala, la Audiencia y la Cancillería Real de Santiago de Guatemala.

Esta demarcación, tuvo un papel fundamental en el ámbito estratégico-militar para la Corona Hispánica. Prueba de ello es que en 1542 se constituyó la capitanía General de Guatemala  con el fin de: agilizar los movimientos del ejército,  combatir más fácilmente la piratería en el Caribe, las posibles amenazas de potencias extranjeras  y las surgidas a raíz de tribus indígenas de difícil sometimiento.

En título de este artículo hace referencia a la historia convulsa de la capital de este reino, conocida inicialmente como Santiago de los Caballeros de Guatemala y finalmente como Nueva Guatemala de la Asunción. Esta capital sufrió multitud de devastaciones parciales o totales a causa de diversos motivos que desarrollaremos en el presente relato desde su fundación.

El Reino de Guatemala como posesión española se empezó a gestar con el inicio de las expediciones de conquista hacia el sur, tras la toma de Tenocthtitlan en 1521. Para esta labor Hernán Cortés comisionó a Pedro de Alvarado quien años más tarde (1524) fundaría la primera ciudad y capital de este reino, Santiago de los Caballeros. Esta población se asentó junto a Iximché (Tecpán), es decir, en la sede del reino de kaqchiquel, pero duró poco, debido a una sublevación indígena que desembocó en la quema ciudad por parte del gobernador ante el temor de una emboscada, tan solo un mes después de ser fundada.

Tras estos acontecimientos Pedro de Alvarado marcharía de la ciudad en ruinas, para someter con su ejército por la fuerza a todos los pueblos que opusieran resistencia a su avance y dominio. Durante los tres años siguientes vivieron en barracas hasta que en 1527 la situación era lo suficientemente estable como para construir una nueva ciudad. Esta población recibió el nombre de Santiago de los Caballeros (Ciudad Vieja) y se ubicó en el “valle de Almonga”, justo al pie del volcán de agua llamado “Hunapú”.
Cabe constatar que este segundo asentamiento no tuvo mejor suerte que el primero, pues en 1538 se produjo un gran incendio que dejó gran parte de las construcciones arruinadas. Posteriormente se emitiría una ordenanza para que en las construcciones a partir de aquel momento se emplearan solo piedra, ladrillo y techos de teja, en lugar de usar tapial o el bajaraque.

A pesar de las buenas prácticas inducidas, la zona del asentamiento resultó no ser la más idónea. Puesto que en 1541 se produjo un fuerte temporal de aguas, que junto a fuertes temblores produjo un deslizamiento o torrentada que asoló totalmente la ciudad dejando muchas víctimas mortales, entre las cuales se hallaba la esposa del gobernador Pedro de Alvarado.

Poco tiempo después, el Obispo de Guatemala y Francisco de la Cueva (gobernadores interinos de la ciudad) decidieron trasladarla de nuevo. Esta vez se asentaría en el “valle del Pachoy” o también conocido a posteriori por los incidentes ocasionados como el “valle del Tuerto”.


La nueva ciudad que llevaba el nombre de sus antecesoras y es conocida en la actualidad como “Antigua Guatemala” se fundaría en 1543 en una zona que sufría inundaciones periódicas a causa del desbordamiento del río “Pensativo”.  


Antigua Guatemala

No obstante, esto no fue ni una muestra del fatal destino que le esperaba, ya que en 235 años que duró este asentamiento se produjeron unas siete asolaciones totales de la ciudad y más de treinta terremotos de gran escala que ocasionaron grandes pérdidas tanto humanas como materiales.

Estas catástrofes estuvieron estrechamente relacionadas con el desbordamiento del río antedicho (tan solo 14 días después de la fundación de la ciudad  se produjo la primera anegación), la ubicación de ésta sobre una de las grandes fallas geológicas de Mesoamérica y su proximidad a tres volcanes de fuego y a uno de agua. En la siguiente ilustración podemos ver en erupción al volcán Pacaya, uno de los volcanes de fuego ubicados en las inmediaciones de esta ciudad.


Volcán Pacaya

En este periodo destacan los incidentes acontecidos en 1717 y 1773 por su magnitud. El 27 de agosto de 1717 hubo grandes temblores y “los volcanes empezaron a arrojar voraces llamas de fuego y humo, con tan espantosos bramidos y retumbos que pusieron en la mayor consternación y atemorización a todos los habitantes de Guatemala”. De hecho, de los cuarenta mil moradores que tenía la ciudad, al día siguiente solo quedaron unos 1500, ya que muchos de ellos huyeron hacia los montes y otros muchos murieron a causa de los desprendimientos de los edificios.

Después de estos sucesos se contempló la opción de reubicar de nuevo la ciudad, pero el rey Felipe V se negó y apostó por su reconstrucción, ya que en aquella época se asociaban los temblores a los volcanes ¿dónde podían ir si toda la región era volcánica?

No obstante, el temporal de lluvias de 1773 hizo que se desbordara el río Pensativo anegando la ciudad, y a la suma, unos terremotos la asolaron totalmente “dejándola reducida a un montón de casquetes en los que no se podía andar por llano” y en la que muchos cuerpos sucumbieron entre los escombros.  A continuación exponemos las ruinas del convento de capuchinas que fue víctima de estos sucesos, conservadas como muestra de la grandeza y en memoria de la antigua ciudad.


Ruinas del Convento de Capuchinas

A la vista de la devastación sufrida, la ciudad se trasladó de nuevo y de forma definitiva al “valle de la Ermita” a partir de una Real cédula firmada por Carlos III de España el 2 de enero de 1776, bajo el nombre de Nueva Guatemala de la Asunción. No obstante, la nueva ciudad fue devastada por un fuerte terremoto en 1917, que irónicamente casi no afectó a la Antigua Guatemala.

Bibliografía
Archivo General de Indias, Audiencia de Guatemala, 662A, folios 12-16, Microfilm_AGI, 2760.  

AGI, Audiencia de Guatemala, Carta de Cabildos Seculares GUATEMALA, 41, N.70, folios 1-4.

AGI, Audiencia de Guatemala, GUATEMALA,43,N.66, folio 1.

AGI, Audiencia de Guatemala, GUATEMALA, 948, N.7, folios 797-799.

AGI, Indiferente General, INDIFERENTE,449,L.A2,F.122-122V, folio 1.

Archivo Histórico Nacional, Colección de documentos de Indias, DIVERSOS-COLECCIONES, 27, N.69, folios 1-40. 

Zilbermann de Lujan, C. Aspectos Socio-Económicos Del Traslado De La Ciudad De Guatemala (1773-1783). Guatemala: Academia de Geografía e Historia de Guatemala, 1987.

Imágenes
Antigua Guatemala: http://www.deguate.com/artman/publish/hist_colonial/fundacion-ciudad-antigua-guatemala.shtml#.WElWxfnhCM-.

Volcán Pacaya: AGI, Mapas y Planos, Guatemala,315.

Ruinas del convento de capuchinas: http://www.deguate.com/artman/publish/hist_colonial/fundacion-ciudad-antigua-guatemala.shtml#.WElWxfnhCM-.




Francisco José Gómez García

Graduado en Geografía e Historia por la Universidad Pablo de Olavide, promoción 2012-2016. Periodo en el que desarrolló su interés en la violencia, redes de comercio y nodos de comunicación de la Monarquía Hispánica en Oriente durante la Edad Moderna. Su Trabajo Fin de grado, titulado “La masacre de los sangleyes en el contexto de la imprenta sevillana”, estuvo estrechamente relacionado con estos asuntos. Además, muestra interés por la historia militar, las catástrofes naturales en la historia y la archivística. Actualmente, está matriculado en el Máster en Historia y Humanidades Digitales, organizado por la Universidad Pablo de Olavide.

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